¿Qué es un huerto ecológico?
Un huerto ecológico es aquel en el que se cultivan y cosecha sin el uso de químicos, pesticidas sintéticos ni fertilizantes artificiales.
La base de este tipo de cultivo es la sostenibilidad: aprovechar los recursos disponibles de manera eficiente, mantener la fertilidad de la tierra y garantizar la salud de las plantas mediante prácticas naturales.
En un huerto ecológico, el objetivo principal es crear un ecosistema equilibrado que respete los ciclos naturales. Para ello, se utilizan métodos como la rotación de cultivos, el empleo de abonos orgánicos y el control biológico de plagas.
En lugar de recurrir a productos químicos, se elaboran remedios naturales con plantas medicinales, preparados de compost o extractos fermentados. Además, el uso de humus de lombriz es una de las prácticas más recomendadas para enriquecer el suelo de manera natural.
Otra técnica clave es la asociación de plantas, que consiste en colocar juntas especies que se benefician mutuamente, ya sea porque se protegen de plagas, porque mejoran la absorción de nutrientes o porque ayudan a evitar plagas.
Este enfoque se enmarca dentro de la permacultura, que busca reproducir las dinámicas de la naturaleza para obtener alimentos sanos y abundantes con el mínimo impacto ambiental.
Un huerto ecológico no solo garantiza productos 100% naturales y saludables, sino que también fomenta el ahorro de agua, el reciclaje de materia orgánica y la reducción de residuos.
Por ello, se considera una alternativa ideal para quienes desean cultivar de manera responsable y respetuosa con el medio ambiente, incluso cuando se dispone de pocos recursos o espacio limitado.
¿Cómo hacer un huerto ecológico en casa?
Montar un huerto ecológico en casa es posible en dos escenarios principales: cuando se cuenta con poco espacio y se cultiva en macetas, o cuando se dispone de un terreno mayor, como un bancal o un huerto urbano.
Huerto ecológico en macetas
En el primer caso, el cultivo en macetas o huertos verticales es la mejor opción. Una pared libre puede aprovecharse para instalar un sistema de cultivo vertical que aumente la producción y optimice el espacio.
Lo ideal es contar con tres o cuatro macetas, de las cuales al menos una debe ser grande (10 a 20 litros). Esta última permite cultivar hortalizas de raíz como zanahorias o incluso pimientos en macetas más grandes.
La elección de los cultivos depende de la temporada:
- Otoño e invierno: cebollas, ajos, zanahorias, patatas, coles y lechugas.
- Primavera y verano: tomates, pimientos, berenjenas, pepinos, tomates cherry, fresas y hierbas aromáticas como albahaca, perejil o cilantro.
Un consejo esencial es diseñar un sistema para recolectar el agua excedente de las macetas, garantizando un riego eficiente y sostenible.
Huerto ecológico en bancal o huerto urbano
En el segundo caso, al contar con un bancal o huerto urbano, las posibilidades de cultivo se amplían. La asociación de varias especies en la misma tierra enriquece el suelo y fortalece las plantas.
Como estos huertos suelen estar al aire libre, se recomienda cubrir las plantas con mallas térmicas durante los periodos de frío o calor extremo. Asimismo, cubrir la tierra con restos de poda, paja o materia orgánica ayuda a mantener la humedad, evitar la erosión y proteger los microorganismos beneficiosos.
Ya sea en macetas o en un terreno más amplio, lo fundamental es priorizar la biodiversidad, el uso de abonos naturales y un manejo consciente del agua, logrando un huerto ecológico productivo y sostenible.
Asociar cultivos en el huerto ecológico
La asociación de cultivos es una de las estrategias más eficaces dentro de la agricultura ecológica. Consiste en plantar distintas especies muy cerca unas de otras para que se apoyen mutuamente en su desarrollo.
Un ejemplo clásico es asociar cebollas con pimientos: mientras el pimiento demanda muchos nutrientes, la cebolla ayuda a mejorar el suelo y aporta equilibrio al cultivo. Otra combinación efectiva es cebolla y zanahoria, ya que la cebolla repele la principal plaga que ataca a esta raíz, contribuyendo a su protección natural.
Entre las asociaciones más recomendadas en huertos ecológicos se encuentran:
- Cebollas, ajos o lechugas con hortalizas de ciclo largo como pimientos, patatas, zanahorias, berenjenas o tomates.
- Leguminosas (como judías o guisantes) con cereales o solanáceas, porque fijan nitrógeno en el suelo y lo enriquecen.
- Hierbas aromáticas como albahaca o perejil cerca de tomates y pepinos, ya que atraen insectos beneficiosos y mejoran el sabor de los frutos.
La correcta planificación de estas asociaciones no solo aumenta la producción, sino que también contribuye al control natural de plagas, reduce la competencia entre cultivos y optimiza los recursos del suelo.
Además, favorece la biodiversidad dentro del huerto, creando un ambiente equilibrado y resiliente frente a cambios climáticos o amenazas externas.
En definitiva, la asociación de cultivos es una técnica esencial para lograr que un huerto ecológico sea más productivo, saludable y sostenible, respetando los ritmos de la naturaleza y evitando el uso de químicos.
Bibliografía
https://web.ua.es/es/ecocampus/documentos/consejos-ambientales/huertos-sostenibles.pdf