El cultivo de la lechuga es perfecto para empezar: rápido, resistente tras el arraigo y disponible todo el año. Si sigues estas reglas básicas, tendrás ensalada fresca siempre.
Vamos directo al grano con lo que funciona en el huerto real para que no pierdas tiempo.
Paso 1: Qué lechuga cultivar?
Las lechugas se pueden cultivar todo el año.
Pero existen lechugas específicas de frío y otras de calor. El tipo que escojas influye muchísimo en lo rápido que crezcan, el sabor y la textura final que te vas a encontrar en el plato.
He comprobado en mi propio huerto que una variedad de verano plantada en invierno tardará mucho más en crecer que si estuviera en su temporada ideal.
En referencia al sabor a mi personalmente me encantan las lechugas hoja de roble por su textura suave, pero no soporto las escarolas.
Paso 2: Como sembrar la lechuga
Aquí va mi recomendación más honesta si estás empezando: compra el plantel.
Aunque puedes cultivar lechugas desde semilla (haciendo semilleros), mi experiencia me dice que comprar el plantel directamente en un vivero te ahorra semanas de espera.
Te saltas la parte más delicada de la germinación y vas directo a la acción.
Si aun así decides sembrar, hazlo siempre en semillero protegido y nunca directo en tierra.
Tanto los planteles como las semillas las puedes comprar en viveros o en tiendas agrícolas.
Paso 3: Elección de la ubicación y preparación del terreno
Las lechugas son flexibles, pero tienen sus preferencias. Puedes cultivarlas a pleno sol o en semisombra.
- Al sol: Crecen mucho más rápido.
- En semisombra: Crecen bien, pero el proceso será bastante más lento.
Ten en cuenta que el tamaño final de tu lechuga dependerá directamente del espacio que le des a sus raíces.
Cuanto más espacio tengan en tierra, más grande podrá crecer la planta.
Para la tierra puedes usar sustrato universal, a mi me ha funcionado muy bien, además de que es barato y fácil de encontrar.
Paso 4: Cómo realizar el trasplante correctamente
Este es el momento crítico. Las lechugas sufren muchísimo en los trasplantes; son plantas muy sensibles a los cambios bruscos cuando son pequeñas.
Si has sembrado debes hacer el trasplante cuando la planta tenga unos 7 cm de alto:
- Saca el plantel con muchísimo cuidado, intentando mantener la tierra de las raíces totalmente intacta.
- Pásala a su lugar definitivo rápido.
- No dejes las raíces al aire ni un segundo más de lo necesario.
La tierra tiene que estar suelta y aireada antes de que trasplantes el plantel de lechuga. Después aprieta la superficie de la tierra un poco para mejorar la firmeza.
Si lo haces con cariño y rapidez, la planta apenas notará el cambio y seguirá creciendo sin frenazos.
Paso 5: Riego y mantenimiento del cultivo
Riego:
Solo riega cuando el sustrato esté seco.
No necesitas tener la tierra encharcada permanentemente, eso solo traerá ralentizará el crecimiento y puede ahogar a la planta.
Toca la tierra: si está seca, dale agua; si está húmeda, espera.
Plagas:
Te lo digo claro: los caracoles y babosas son tu peor enemigo.
Les encanta la lechuga tanto como a ti. Atacan frecuentemente y pueden devorar una planta entera en una noche de lluvia. No te confíes.
- Usa barreras naturales (como cáscara de huevo machacada o ceniza alrededor).
- Coloca trampas físicas si la invasión es grave y acostúmbrate a retirar a mano a los atacantes.
He visto por internet personas que aprovechan estas plagas de caracoles para cocinarlos y hacerlos a la brasa.
Paso 6: Cosecha de la lechuga
Tardan unos 2 meses en crecer, aunque como te dije, dependerá de si las condiciones (luz, agua, clima) son las óptimas.
Puedes cosecharlas de dos formas:
- Por hojas: Vas cogiendo las hojas exteriores y la planta sigue produciendo.
- Por ramo (entera): Cortas la lechuga completa desde la base.
Un consejo para tu cocina: Intenta cosechar de manera limpia. Evita que las hojas se llenen de tierra o que se llene de barro al cortarla.
Si se ensucia mucho de tierra, luego limpiarla bien en el fregadero es mucho trabajo y se desperdicia mucha agua. Un corte limpio te ahorra tiempo después.
Y cuidado: si las dejas mucho tiempo sin cosechar, tendrán un sabor peor, más amargo, y un tacto en boca más áspero y desagradable.
Puedes saber si se te han pasado las lechugas si ves que está empezando a crecer un tallo en el centro de la lechuga.
Tipos de lechugas
Aquí te dejo las variedades principales que puedes probar en tu huerto:
- Lechuga romana: Prefiere ser cultivada en otoño-invierno. Su sabor es algo amargo y es la clásica de la ensalada César.
- Lechuga iceberg: Es común sembrarla en otoño. A nivel de sabor y textura es muy crujiente y tiene menos sabor que otras variedades.
- Lechuga batavia: Suele cultivarse en otoño-invierno. Es de hojas rizadas y textura semicrujiente. Su sabor es bastante suave. Existe la variedad roja, que además de color aporta más antioxidantes.
- Lechuga hoja de roble: Mi favorita personal. Se suele cultivar en primavera-verano. Tiene hojas lobuladas que recuerdan al árbol del roble. Su textura es suave.
- Lechuga escarola: Es una variedad típica de frío. Tiene un sabor notablemente más amargo y hojas más duras o rizadas.
Preguntas Frecuentes
¿Cuánto tiempo tarda en crecer una lechuga?
Por lo general tardan unos 2 meses desde el trasplante. Sin embargo, esto varía mucho: en verano con muchas horas de luz crecen rápido, mientras que en invierno el proceso se ralentiza considerablemente.
¿Qué pasa si no cosecho la lechuga a tiempo?
Si te esperas demasiado, la lechuga empezará a «subirse» (espigarse) para sacar flor. Esto hace que las hojas se vuelvan duras y el sabor se torne muy amargo, haciéndola prácticamente incomestible.
¿Cuántas veces hay que regar las lechugas?
No hay una regla fija de «X veces por semana». La regla es: riega solo cuando el sustrato esté seco. Toca la tierra; si hay humedad, espera. El exceso de agua pudre las raíces.
¿Es mejor sol o sombra para las lechugas?
Crecen bien en ambas, pero con diferencias. Al sol directo crecen mucho más rápido. En semisombra se desarrollan perfectamente y a veces se protegen mejor del calor extremo del verano, pero irán más lentas.
Artículo creado por Adrián de Unhuertomas