Durante los meses de otoño e invierno, el descenso de las temperaturas y la reducción de las horas de sol hacen que los cultivos cambien completamente.
Sin embargo, eso no significa que el huerto se detenga. Existen muchas hortalizas que no solo toleran el frío, sino que mejoran su sabor con él.
¿Qué cultivar si no hay heladas?
En zonas con inviernos suaves, donde las heladas son escasas o nulas, puedes sembrar directamente muchas hortalizas en el huerto. Algunas de las más comunes son:
- Acelgas
- Espinacas
- Lechugas de invierno
- Canónigos
- Berros
- Rabanitos
- Nabos
- Zanahorias
- Remolacha
- Perejil
- Borraja
- Capuchina
- Puerros
- Cebollas
- Ajo (plantado como diente)
- Guisantes
- Habas
- Coles (coliflor, brócoli, repollo, coles de Bruselas)
- Pak choi, mizuna, tatsoi, mostaza
¿Y si hay heladas de vez en cuando?
En este caso, aunque aún puedes sembrar algunas especies directamente (guisantes, habas, puerros, rábanos, nabos), es preferible iniciar muchas otras en semillero protegido y trasplantarlas cuando tengan fuerza suficiente.
Las siguientes hortalizas pueden cultivarse con trasplante si se establecen bien antes del frío más intenso:
- Coles y crucíferas: coliflor, brócoli, repollo, col de Bruselas
- Acelgas
- Espinacas
- Lechugas
- Pak choi, mizuna, tatsoi
- Mostaza china
¿Qué plantar si hay heladas muy frecuentes y extremas?
Cuando las heladas son muy frecuentes o muy intensas, es recomendable proteger el huerto. Sin ayuda de un invernadero o estructuras cubiertas, solo algunas especies muy resistentes sobrevivirán:
- Ajo
- Puerros
- Kale o col rizada
- Coliflor (variedades resistentes)
- Habas de invierno
En estos casos, conviene preparar un huerto protegido o un huerto urbano donde las plantas tengan resguardo frente al frío extremo. Un invernadero frío, un túnel con plástico o un semillero calefactado son buenas opciones.

Consejos generales para el huerto en otoño e invierno
- Sembrar pronto: Cuanto antes se siembre (inicio del otoño), más tiempo tendrán las plantas para desarrollarse antes del frío.
- Menos riego: En estas estaciones el suelo conserva mejor la humedad y las necesidades de riego bajan.
- Menos plagas: El frío reduce la actividad de muchas plagas comunes del verano.
- Mejor sabor: Algunas verduras de hoja como las espinacas, lechugas y escarolas mejoran su sabor en climas frescos.
- Mejor estructura del suelo: Aportar compost o estiércol en otoño ayuda a preparar la tierra para toda la temporada.